Hoy día el acceso y uso de la información de salud es un aspecto elemental para trabajar en salud. Este uso de la información sobre salud no es solamente necesario para los profesionales sino también para los ciudadanos.
Vivimos en un entorno asistencial en el que la complejidad de las situaciones clínicas es un elemento que hace que necesitemos información muy concreta y específica sobre situaciones concretas.
Actualmente tener acceso a información sobre salud de manera electrónica es relativamente fácil. Sin embargo se requiere que los profesionales (y los ciudadanos) sean capaces de encontrar información sobre aquello que desean saber y que tengan acceso a dicha información.
Es deseable que todos los profesionales sanitarios sean capaces de plantear una búsqueda para encontrar la información que necesiten. Por tanto deben ser capaces de expresar el problema clínico de manera estructurada maximizando la cantidad de información obtenida e invirtiendo el menor tiempo posible. Esto se consigue a través de la formulación de una pregunta clínica estructurada.
De hecho, hoy es conocido que una limitación para encontrar información científica es la poca habilidad al plantear la pregunta clínica estructurada.
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